No estoy tan segura.
Con un bar que dirigir, un socio capitalista que me dice cómo dirigirlo y un pasado que dificulta mi presente día a día, añadir cualquier tipo de relación -temporal o no- es una complicación que no necesito.
¿O si?
Cuando finalmente cedo y acepto quedar con alguien, el destino debe pensar que soy es broma, porque es mi socio, Drew Miller, quien entra por la puerta. Quiero marcharme inmediatamente, pero cuando me convence de que me quede y lo hablemos, me hace una oferta que quizá acepte: me ayudará a buscar mí O desaparecida si dejo de luchar contra él en la dirección que quiere tomar la expansión del bar. Si no puede hacerlo, recupero el control de mi negocio.
Es una oferta demasiado buena para rechazarla...
Mil gracias a S!
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