Estoy acostumbrado a ello. Es lo que hago aquí. Matar a monstruos y a otras personas. Y este monstruo, Seraph, es particularmente inestable; lo ha sido desde el momento en que llegó de la colección que tenía Mary de monstruos al oeste, donde los militares lo escondieron.
Está sufriendo. Puedo verlo. Pero no es una bestia sin mente. No como algunos de los otros piensan.
Cuando empiezo a vigilarlo en su jaula todas las noches, empiezo a ver a la persona que hay debajo de la agonía que lo tortura cada vez que está despierto. Empiezo a ver quién podría haber sido Seraph si no se hubiera convertido en esta monstruosa criatura.
Me doy cuenta de que no sería capaz de matarlo, ni siquiera por su propio bien, pero de todos modos no importa. Ya se está muriendo, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo. Ni siquiera cuando los nuevos visitantes de nuestro campamento de asaltantes traen consigo secretos sobre Seraph. Secretos que los militares han tratado de ocultar.
Secretos que revelan el verdadero alcance del horror al que ha sido sometido.
Y ahora... ahora mataré a cualquiera que intente hacerle daño de nuevo.
Mil gracias a LPLB!
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