Siempre supe que mi padre era un bastardo frio y sin corazón.
Pero en el momento en que acogió a Elle Castlemaine y a su patética hija en nuestra casa, apenas un mes después de la muerte de nuestra madre, desató algo salvaje dentro de mi.
No me importo que perdieran su hogar. No me importaba que su padre estuviera entre rejas.
No me importaba que hubiera traicionado al famoso jefe de la mafia Stidda, Benjamín Rossi, y que ahora sus vidas estuvieran en peligro.
Lo único que me importaba era ella.
Ryth.
Quería herirla. Quería hacerla retorcerse.
Quería hacerla pagar por los gemidos que salían de la habitación de mi padre.
Cuando él deslizo un anillo en el dedo de su madre, Ryth se convirtió en mía.
Mia para intimidar. Mia para romper.
Y usaré a mis hermanos para hacerlo.
Ella se convertirá en nuestra obsesión favorita.
Nuestro enfermo y atormentado juego.
Se convertirá en lo único en lo que pienso, hasta que no pensar en ella me destroce.
La odiaré. La odiaré tanto que me dolerá...
Mil gracias a MD!
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