Serie Goddess Isles





“Había una vez un chico. Uno que no era lo suficientemente fuerte como para salvarme cuando me llevaron.”


“Había una vez una chica. Una, llamada Tess Snow, que se sentó conmigo en la oscuridad esperando ser vendida.”


“Una vez hubo un dueño. Uno que me compró, me tendió una trampa y me convirtió en su poco dispuesta diosa.”


Eleanor Grace es una soñadora ingenua. Confiada y joven, cree que su novio amante de los libros puede salvarla cuando le arrebatan y venden su libertad. Arrastrada a una isla a medianoche, entregada a un hombre que incluso la oscuridad no tocará, está obligada por un contrato.


Cuatro hombres.


Cuatro fantasías.


Cuatro pedazos de su alma.


Sullivan Sinclair es quien otorga fantasías. Cualquier deseo, cualquier placer... es el maestro en saciar incluso los apetitos más sucios.


Su paraíso privado y sus diosas perfectamente entrenadas están ahí para un propósito: asegurarse que cada huésped queda extremadamente satisfecho.


Él la compró.


Él la atrapó.





“Había una vez un monstruo. Uno que me compró, me controló y me quitó la libertad. Había una vez un hombre. Uno que traficaba con mitos y secretos, escondiéndose detrás de su máscara, haciéndome sentir hambrienta y deseosa de saber la verdad.”
Eleanor Grace pertenece al hombre y al monstruo; los odia a ambos, pero no puede negar que algo los vincula. Algo que no quiere sentir, que la atrapa tan ciertamente como el mar que rodea la isla donde trabaja.
Sully Sinclair pertenece a su pasado y al guión en blanco y negro en el que se ha convertido su vida. Él ve a sus diosas como mercancías, posesiones para ser tratadas con amabilidad, pero con firmeza. El único problema es que... Eleanor es diferente.
Ella lo ha hechizado. Lo maldijo. Despertó su interés. Es una diosa con el poder de arruinarlo.
Ella le pertenece a él




“Hubo odio una vez. Odio que nació de la atracción peligrosa y de los crueles planes del destino.


Hubo amor una vez. Amor destinado a matarnos si no nos rendimos a nuestra guerra.”


Eleanor Grace sufre una terrible aflicción. Se está enamorando de un hombre que no merece su amor o su perdón. Pero no hay cura, por lo que hace algo imprudente y estúpido... lanza la seguridad al mar y salta al peligro.


Sully Sinclair sufre la misma aflicción. Se está enamorando de una diosa que nunca se ganará su confianza o su corazón si puede evitarlo.


Sin embargo, no estaba preparado para lo que ella haría. Cuán lejos presionaría para detener ese vínculo o matarlos a ambos intentándolo.


Un elixir dado a un monstruo.


Una diosa huyendo por su vida.


Un final al cual ninguno de ellos puede sobrevivir

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