Farrah.
Necesito un millón de dólares. No tengo ni diez dólares en mi banco, pero necesito un buen millón para Navidad si quiero salvar la reserva de vida silvestre de la ciudad. Entra Wolf Rodríguez, buen chico local, rompecorazones internacional y cantante de Metal Heart, la banda más caliente del mundo. Oh, y mi ex-enamoramiento de la escuela secundaria. Solo tengo que convencerlo de que me ayude a hacer la recaudación de fondos de mi vida... aunque estar cerca del atractivo rockero me convierta en una tonta torpe y ruborizada. Resulta que a Wolf le gustan ese tipo de cosas.
Wolf.
En estas vacaciones solo quería mimar a mi sobrina, comer un poco de pastel y recargar. Dios, necesitaba recargarme. Los últimos cuatro años no han sido más que giras, discos y fanáticos gritones. Con el nuevo año acercándose rápidamente, tenía canciones que producir para nuestro nuevo álbum. Lástima que mi musa esté desaparecida en acción. O al menos lo estaba, hasta que escuché a Farrah Sharif susurrando a una tortuga disecada. La cadencia de su voz, su tono, sus palabras... todo esto está haciendo que mi musa se ponga en marcha. Así que llegamos a un acuerdo, a cambio de actuar en su concierto de caridad, Farrah tiene que dejarme grabar su voz.
Solo que no esperaba que sus susurros se volvieran un poco agitados. O que sus divagaciones me hicieran querer saber más. Y de ninguna manera esperaba anhelar una mención de mi nombre en sus labios.
Me está matando. Y no puedo evitar amar lo mucho que duele
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