Clay Kincaid sabe que es más un pecador que un santo.
Especialmente cuando se trata de mujeres.
Con un pasado rudo y dañado que lo ha dejado hastiado, no tiene relaciones comprometidas.
Pero le gusta el sexo,y cuanto más caliente y duro, mejor.
Le gusta rápido y sucio, por lo que se niega a tocar a alguien tan dulce e inocente como Samantha Jamieson.
Hasta que descubre que a ella le gusta tan malo y sucio como a él.
Que comience el pecado.
~Calificación en Goodreads~
4/5
Gracias a Reinas del cráneo ❤
Publicar un comentario
Publicar un comentario